Cómo reclamar una deuda de forma legal

Prestaste plata, trabajaste, vendiste algo o hiciste un arreglo… y no te pagaron. Pasa más seguido de lo que parece. Muchas veces por confianza, por apuro o porque todo se dio de forma informal, no queda constancia. Pero si hay una deuda, y podés probarla, podés reclamarla legalmente

En este artículo explicamos qué tipo de deudas se pueden reclamar, qué pruebas sirven y qué pasos podés seguir, con o sin abogado.


¿Qué tipos de deudas se pueden reclamar legalmente?

No es necesario tener un contrato escrito para que una deuda sea válida. Basta con poder demostrar que hubo un acuerdo: un compromiso de pago, aunque haya sido por mensaje o de palabra con testigos.

Algunos ejemplos habituales:

  • Prestaste dinero a un conocido y no te lo devolvió.
  • Vendiste algo o diste un servicio y no te pagaron.
  • Pagaste por algo (seña, trabajo, encargo) que no se cumplió.
  • Te deben parte de un sueldo, de una devolución o de un pago acordado.

Si hay alguna prueba del acuerdo —un mensaje, una transferencia, testigos, etc.— el reclamo es viable. No hace falta tener todo perfecto, pero cuanto más respaldo tengas, mejor.


¿Qué pruebas necesitás para que tu reclamo tenga fuerza?

En derecho, lo que importa no es solo lo que ocurrió, sino lo que se puede probar. Una deuda puede ser clara, pero si no tenés forma de demostrarla, estás en desventaja.

Estas son algunas pruebas que suman:

  • Mensajes o chats: Frases como “te debo”, “en estos días te pago” o “no me olvido” ayudan.
  • Transferencias o pagos previos: Si entregaste parte del dinero o cobraste algo, guardá los comprobantes.
  • Audios, mails o notas: Cualquier cosa donde se hable del acuerdo o de la deuda.
  • Testigos: Personas que hayan presenciado la entrega del dinero o el acuerdo.

No hace falta tener todas. A veces, un solo mensaje donde se reconoce la deuda puede ser suficiente. Lo importante es conservar todo tal como está: no borrar, no editar, no reenviar. Eso ayuda a mantener el valor probatorio.


¿Cómo empezar un reclamo sin abogado (y cuándo sí conviene tener uno)?

Reclamar no siempre significa ir a juicio. En muchos casos, con un buen planteo inicial, la otra parte responde y se puede resolver sin escalar. Estos son los pasos más comunes, de menor a mayor formalidad:

  1. Mensaje directo: Escribí de forma clara, educada pero firme. Recordá el monto, la fecha y pedí una respuesta concreta. Evitá el tono amenazante o confuso.
    Ejemplo: “Hola, quería recordarte que todavía está pendiente el pago de los $45.000 que me debés desde mayo. ¿Cuándo podrías hacerlo?”
  2. Reclamo informal por escrito: Si no hay respuesta, podés mandar un mail o una carta dejando asentado el reclamo. Es una forma de avisar que estás dispuesto a avanzar si no hay solución.
  3. Carta documento: Acá suele intervenir un abogado. Este tipo de notificación tiene peso legal y muchas veces genera respuesta inmediata. Deja constancia y muestra que vas en serio.
  4. Demanda judicial: Si nada funciona, se puede iniciar un juicio por “cobro de pesos”. No siempre es costoso ni largo, pero requiere pruebas y asesoramiento.

¿Cuándo consultar con un abogado?
Cuando el monto es importante, cuando hay conflictos previos, cuando la otra parte niega todo, o si querés que el reclamo esté bien armado desde el principio.


¿Qué pasa si el deudor no tiene nada a su nombre?

Una duda común: “¿Para qué voy a reclamar si no tiene nada a su nombre?”.
La respuesta es simple: porque la deuda no desaparece, y a futuro puede cobrarse.

Dos puntos importantes:

  • La deuda se documenta: Un reclamo legal deja constancia, genera intereses y puede ejecutarse más adelante si el deudor cambia su situación.
  • Puede afectar otros trámites: Aparece en informes, afecta créditos y puede embargarse si después tiene cuentas, vehículos, sueldos o bienes.

⚠️ Ojo con los plazos: Las deudas prescriben. No conviene esperar indefinidamente. Es mejor dejar asentado el reclamo aunque el cobro no sea inmediato.


¿Cuánto cuesta reclamar legalmente una deuda?

Muchos no avanzan por miedo al costo. Pero reclamar legalmente no siempre implica grandes gastos.

  • Mensajes o intimaciones: Pueden hacerse sin costo o con ayuda profesional mínima.
  • Carta documento: Tiene un valor bajo, y en muchos casos evita ir más allá.
  • Demanda judicial: Puede tener tasas o timbrados, pero si ganás, los paga el demandado.

En cuanto a honorarios, algunos estudios cobran por consulta o gestión puntual, y otros trabajan con porcentaje sobre lo que se recupere.

Antes de asumir que no vale la pena, consultá. Evaluar el caso no tiene por qué ser caro, y muchas veces se puede resolver sin llegar a juicio.


Errores comunes que conviene evitar

  • No amenazar en caliente: Si no vas a actuar, mejor no decir nada. Perdés seriedad.
  • No hacer reclamos públicos: Poner el tema en redes sociales puede complicarte más que ayudarte.
  • No insistir sin estrategia: Mandar mensajes todos los días no genera resultado y puede cerrar puertas.
  • No actuar sin asesoramiento: Redactar mal un reclamo o firmar cualquier acuerdo puede dejarte peor.

Conclusión

Si hay una deuda y podés probarla, se puede reclamar. Lo ideal es hacerlo con orden, pruebas claras y el enfoque correcto. A veces con un mensaje firme alcanza. Otras veces conviene escalar.

En R.E.R. Estudio Jurídico ayudamos a evaluar cada situación, preparar el reclamo y, si es necesario, iniciar el proceso legal. Lo importante es no dejarlo pasar si tenés derecho a cobrar.

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